¿Qué es una toma a la altura de los ojos?

La toma a la altura de los ojos es un ángulo de cámara muy utilizado para transmitir una visión neutra. La cámara se coloca de modo que el sujeto pueda mirar directamente al objetivo sin mover los ojos hacia arriba o hacia abajo. Las tomas a nivel de los ojos simulan la visión humana estándar y presentan la información visual a través de un punto de vista familiar.

Efecto del disparo

Se dice que el plano a la altura de los ojos es el ángulo más imparcial, a diferencia de los planos con ángulo alto y bajo, que transmiten una diferencia de poder: dominación e impotencia, respectivamente. En este sentido, este plano no aporta una nueva perspectiva. Es el plano más habitual para una presentación directa y objetiva.

Por otra parte, este plano también se utiliza para ayudar al espectador a enfatizar con el sujeto, haciéndolo parecer más "humano". El espectador se involucra emocionalmente en la historia, ya que se siente como si estuviera allí mismo en el momento, frente al actor. Capta bien las expresiones faciales y las emociones. En fotografía, se utiliza con frecuencia para moda, anuncios o retratos artísticos. También puede ser ideal para fotos familiares o infantiles.

Cuándo utilizar la toma a la altura de los ojos

Si el objetivo de una secuencia es atraer al público y hacer que conecte con el sujeto, un primer plano o un punto de vista a la altura de los ojos pueden ser la elección perfecta. Las emociones se transmiten mejor cuando nos identificamos con el sujeto. Especialmente en momentos incómodos o llenos de matices, un plano neutro puede ayudar a los espectadores a no juzgar, sino a contemplar a los personajes y la acción de la escena.

Esta narración neutral permite un procesamiento más independiente de la historia. Si quieres que los espectadores se formen sus propias suposiciones y opiniones sobre una escena, una toma a la altura de los ojos puede ser una forma de no insinuar un estado ni decir al público cómo debe sentirse.

En general, tu visión creativa será probablemente más cautivadora si utilizas una variedad de planos, cada uno de ellos destinado a contribuir intencionadamente a tu argumento. Un plano a la altura de los ojos puede servir para "ir sobre seguro", pero si se utiliza en abundancia o al azar, puede banalizar la narración. Sin embargo, si se aplica con cuidado, este plano puede ser una opción perfecta para crear una conexión y hacer que los espectadores se sientan identificados con la historia, o para transmitirla de forma neutra.

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