¿Qué es el montaje de continuidad en el cine?

La continuidad se define como una conexión, sucesión o unión ininterrumpida. Cuando se aplica al mundo del cine, se refiere a la coherencia de los elementos de la trama, como los personajes, la localización, el atrezzo y el vestuario.

¿Alguna vez has visto una película y te has dado cuenta de que el nivel de líquido en el vaso del actor cambia en cada escena? ¿O que en una toma alguien lleva una gorra de béisbol, pero en la siguiente no? Son errores de continuidad que la mayoría de las producciones intentan evitar.

Desde la redacción del guión y la elaboración de la lista de tomas en la fase de preproducción, pasando por el rodaje y el proceso de postproducción, pueden fallar muchas cosas que provoquen estos errores de continuidad.

Es necesaria una planificación cuidadosa para evitar confundir o distraer a los espectadores de la narración.

Edición de continuidad

El montaje de continuidad es la práctica de combinar conscientemente planos estrechamente relacionados en una secuencia que ayude al público a seguir la historia. Se centra en resaltar los puntos importantes de la trama, la causa y la causalidad, y las coherencias.

Desempeña un papel esencial a la hora de dirigir la atención del espectador hacia la coherencia deseada de una historia, a través del tiempo y los escenarios. La mayoría de los largometrajes utilizan este estilo de montaje .

El supervisor de guión actúa como "persona de continuidad" y es responsable de mantener la coherencia lógica en toda la película, hasta el más mínimo detalle. Toma notas detalladas durante el rodaje, fotografía las escenas y hace todo lo posible para que cada toma se integre en un flujo coherente de metraje.

Técnicas habituales

¿Cómo funciona en la práctica la edición de continuidad?

Hay dos categorías distintas a tener en cuenta: la continuidad temporal y la espacial. Estas dos categorías se combinan para ofrecer al espectador una línea temporal específica y una narración física que seguir.

Continuidad temporal

La continuidad temporal ayuda al espectador a situar la acción en el tiempo. El sonido continuo, aunque esté fuera de la pantalla, puede indicar que no pasa el tiempo entre los cortes. Si una toma termina con una fuerte explosión y la siguiente comienza con la reacción de los personajes, el público puede seguirla.

El mismo resultado puede conseguirse mediante el "match on action", es decir, un movimiento físico continuo y sin repetición entre los cortes. Un personaje que se levanta y camina hacia la puerta, aunque haya cortes intermedios, garantiza el paso ininterrumpido del tiempo y el espacio.

Continuidad espacial

La continuidad en el espacio también puede ser complicada. Los planos fijos ayudan al espectador a identificar e imaginar el escenario y a notar un cambio de ubicación.

La regla de los 180 grados dicta que la cámara debe permanecer siempre a un lado del eje de la acción. Si un sujeto está mirando hacia la izquierda en una toma, la película no puede pasar a otra toma de la misma persona mostrada desde la derecha. Esto es especialmente importante en las escenas de diálogo. La lógica y la costumbre dictan que los dos personajes que hablan "se miren a la cara" mirando en direcciones distintas, izquierda y derecha.

La técnica de coincidencia de líneas oculares también ayuda a la continuidad espacial. Los actores miran hacia el siguiente sujeto u objeto, lo que ayuda al público a utilizarlos como punto de referencia.

Discontinuidad

También existen técnicas específicas para causar discontinuidad, ocultar información relevante o provocar tensión en los espectadores.

Los fundidos y las disoluciones suelen señalar un salto temporal. También pueden utilizarse para provocar una discontinuidad temporal intencionada que confunda al público.

Los cortes transversales transmiten una discontinuidad espacial innegable. Sin embargo, suelen ser tan claros e intencionados que no confunden al espectador.

Los cortes a saltos también pueden resultar chocantes o desorientadores. Los cineastas tienden a evitar los cortes entre planos demasiado similares. En su lugar, suelen diferir al menos 30 grados, y a menudo por distancia focal. Esto significa que el ángulo y el punto de vista cambian de forma natural para los espectadores.

La continuidad garantiza la sensación de realismo y la fluidez del argumento. El montaje es sólo uno de los elementos que hay que tener en cuenta al planificar una producción. Lee más sobre cómo mantener la continuidad con Masterclass para elevar tu narrativa al siguiente nivel.